ist longiert
ist am Boden gearbeitet
ist Gewichtsträger
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Hier fehlt nur noch das Horn auf der Stirn zum vollkommenen Glück. Ein Cremello ist ein doppelt aufgehellter Fuchs. Das bedeutet, die Grundfarbe dieser Pferde ist und bleibt auch Fuchs, dazu kommen zwei Cremegene, die diese Fuchsfarbe aufhellen. Sie lassen Fell und Langhaar weiß werden, mit einem feinen Glanz darüber. Die Augen eines Cremellos sind immer blau, die Nüstern lassen die Haut rosafarben durchschimmern. Ein Cremello ist kein Albino, Cremello ist auch kein Gendefekt und die Pferde mit dieser Farbe sind auch nicht krankheitsanfälliger als andere.
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Das Cremegen ist immer dominant, das bedeutet, es ist optisch zu sehen. Um einen Cremello zu bekommen, braucht man zwei Elternteile, die je mindestens ein Cremegen haben und dieses auch gleichzeitig an ihr Fohlen weitergeben. Ein Cremello ist reinerbig, er wird immer eines seiner Cremegene an seine Nachkommen weitergeben und deren Fell somit optisch aufhellen. Sind beide Eltern Cremellos, wird auch das Fohlen ein Cremello werden. Früher galten Pferde dieser Farbe als "Königspferde", auch heute noch haben sie eine große Fangemeinde. Vor allem die Einhornfans sind entzückt von den doppelt aufgehellten Füchsen.
Por lo general, los caballos cremellos tienen la capa de pelo de color blanco y uniforme. No obstante, en ocasiones las crines y la cola pueden ser algo rubias o beiges. Pero no deben confundirse los cremellos con aquellos ejemplares que presentan tonos cobrizos o anaranjados en las mismas zonas. En este último caso, se trata de un caballo perlino, que es incluso distinto genéticamente.
También es habitual que los cremellos tengan el iris de los ojos de color azul muy claro, tanto, que a veces parece blanco. Sin embargo, algunos ejemplares pueden mostrarlo levemente ámbar o beige. Una tercera peculiaridad que suele darse en estos caballos es que sus cascos son igualmente blancos. Dicho de otra forma, la única pigmentación que tienen es la proporcionada por la queratina de las uñas. En consecuencia, a la vista parecen de color rosado o beige y, más raramente, pardo claro. A veces, incluso combinan estos tonos en forma de rayas.
Por otra parte, este tipo de caballos carecen del gen negro; solo portan el crema. Esto quiere decir que, al cruzarlos, van a diluir el color del potro resultante con independencia de cuál sea la capa del otro progenitor. Sin embargo, es muy difícil que el ejemplar que nazca también sea Cremella, salvo que el cruce haya sido con otro caballo de capa clara. Pero el nuevo potro sí será portador del gen crema y podrá transmitirlo. Todo ello es importante a la hora de comprar un caballo cremella para cruzarlo.
En este sentido, quien adquiere un ejemplar de este tipo debe saber que, si lo cruza con un alazán, los potros nacidos serán siempre palominos. Del mismo modo, si lo hace con otro caballo Cremella, el hijo será al cien por cien de esta capa. E igualmente, cuando se cruza con un castaño que transmita el gen negro, nacerá un potro bayo. Si no lo transmitiera, el resultado sería palomino.
Ha habido algunos caballos Cremella famosos. Es el caso del llamado Abzent, que, montado por el jinete Sergei Filatov, compitió en la categoría de Alta Escuela en los Juegos Olímpicos de Roma (1960), Tokio (1964) y México (1968). Obtuvo tres medallas: de oro en la primera y la tercera citas y de bronce en la segunda.
Otro Cremella famoso fue Byerley Turk, un Akhal Teke llevado a Reino Unido desde Oriente Medio. Y ha pasado a la historia porque fue uno de los ejemplares que fundaron el caballo inglés Pura Sangre de carreras.
Por último, otro grupo de caballos de la misma raza que el anterior e igualmente Cremella se hiceron famosos por una gesta. Fue la de realizar el viaje desde Asjabad hasta Moscú en 84 días. Su mérito estribó en que la distancia es de 4150 kilómetros y además hubieron de atravesar el temible desierto de Karakum.
En ehorses disponemos de los mejores caballos Cremella. Tenemos ejemplares adultos ya entrenados, yeguas para el cruce e incluso magníficos potros para ser criados.